Cáncer de tiroides… Tengo 37 años y, hace dos meses, me diagnosticaron cáncer papilar de tiroides. El patólogo dijo que estaba 95 % seguro de que era así. Bueno, sinceramente, no le creí.

Entonces, decidió compartir los resultados con otros dos patólogos en un estudio ciego. Ellos confirmaron que, efectivamente, tenía cáncer.

En ese momento, yo ya seguía un programa nutricional. Sin embargo, decidí reforzarlo: comencé a tomar factores de transferencia tres veces al día, junto con dos cápsulas de factores de transferencia avanzados también tres veces al día.

Tomé ambos productos como complemento de mi programa nutricional inicial durante dos semanas completas, justo antes de mi operación. Posteriormente, me extirparon toda la tiroides, y sorprendentemente, no pudieron encontrar ningún tipo de cáncer.

Por cierto, tengo los resultados del laboratorio que confirman que tuve cáncer, y también los informes de seguimiento que demuestran que ya no tengo cáncer.

Estoy muy contento con los resultados.

— Carlos P.

Cáncer de ovario…
Mi madre experimentó una muerte muy insoportable debido a una forma agresiva de cáncer de ovario. Yo era apenas un adolescente y ella tenía 32 años. Su hermana murió de este cáncer. Tenemos una tendencia genética muy fuerte hacia el cáncer. He temido esto toda mi vida.

En diciembre de 2000 me extirparon un tumor de más de 10 pulgadas de diámetro e inmediatamente comencé a recibir quimioterapia. Como mi madre era una fanática de las vitaminas y aun así murió, a mí no me gustaba mucho la nutrición. Mi papá me convenció para que optara por factores de transferencia mejorados.

Mi oncólogo quedó muy impresionado con lo fuerte que se mantuvo mi sistema inmunológico durante mi quimioterapia. Sé que no hay manera de demostrarlo científicamente, pero realmente siento que mi sistema inmunológico fortalecido marcó la diferencia entre lo que les pasó a mi madre y a su hermana y a mí. Ahora, en febrero de 2001, estoy viva y bien.
— Angelia Howard

Cáncer de mama… Tengo 26 años. Hace un tiempo, encontré un bulto en mi pecho. Era duro y, aunque no causaba dolor, me preocupó. Mi madre había tenido cáncer de mama, al igual que dos de sus hermanas.

Luego, me realizaron una ecografía y una mamografía. Todo estaba listo para que me hicieran una biopsia. Sin embargo, antes del procedimiento, empecé a tomar factores de transferencia.

Cuando llegó el día de la biopsia, volví a revisar mi pecho y, para mi sorpresa, el bulto ya no estaba. Poco después, el médico entró en la habitación. Le conté lo ocurrido, me examinó y decidió enviarme nuevamente a realizar otra ecografía y una nueva mamografía.

¡Sin bultos!

No estoy segura si fue la oración, los factores de transferencia o ambos, pero lo cierto es que me siento profundamente aliviada…

— Susie Blaszczak